Muchas personas que viven la música de una manera amateur, alumnos, amigos, conocidos… incluso algunas personas que nunca han tocado un instrumento, por simple curiosidad, me preguntan cómo funciona un grupo de nuestras características a nivel interno. Reconozco que es algo estimulante para mí escribir sobre esto, porque una vez más, siento que me acerca a otras personas, siento que impulsa mi lado más constructivo porque me anima a compartir con los demás de una manera positiva lo que voy viviendo, y que normalmente queda en la penumbra, durante el proceso de grabación de un disco profesional.

Relativamente lejos queda ya nuestro último concierto de la gira CUÁNTICO en el Auditorio de la Universidad Carlos III de Madrid, de la mano de FESTIMAD, UC3M y el Ayuntamiento de Leganés… una noche inolvidable. En este periodo de seis meses, hemos logrado acumular algo más de treinta canciones y de entre todas ellas hemos decidido hacer una selección de diez para nuestro próximo disco, junto a nuestro nuevo productor Luis del Toro, del que os hablaré con calma más adelante.

Así, pasito a pasito, con constancia y cariño, llegamos a nuestra ¡séptima canción enmaquetada! Y es que llevamos desde septiembre trabajando día a día, codo con codo, en una especie de estimulante armonía que no deja de crecer, tanto a nivel personal como musical, a través de este nuevo equipo de trabajo que hemos tenido la suerte de formar para asumir la producción y grabación de nuestro segundo disco de estudio.

Dhiva Von D. al bajo y a la calma del alma, Javier Alvarado a la batería y a la estabilidad rítmico-emocional, Alfonso Zamora a la guitarra y al sentido del humor desenfadado, y un servidor, a la voz y a lo que buenamente pueda…

Y es que, no es la fama ni el dinero, ni la sensación de poder ni el ego… es el cariño y el respeto, es caminar juntos aprendiendo. Aceptarnos a pesar de nuestros defectos, apoyarnos si alguien no está de acuerdo. Es mirarnos y estar todo dicho, escucharnos desde dentro…solo así se abre paso la música, mágica y sincera. Como los lazos que nos unen, como la pasión que nos deleita. Siempre al borde de lo que queremos trasmitir, siempre al borde de lo que hemos elegido, más que pensando en vivir de esto… disfrutando de vivir a través de esto.
Porque la meta es el camino cuando se trata de ser feliz luchando por lo que se siente, dejando ser lo que realmente somos. Soñando despiertos… despertado sueños.

Hasta el próximo post…

Siempre un abrazo,

RR